Claudio Bravo, Carolina Rodríguez, Tomás González e Isidora Jiménez son deportistas de alto rendimiento que deben mantener una disciplina estricta en su estilo de vida, ya que cualquier evento fuera de la planificación deportiva puede alterar sus resultados.
El accidente que protagonizó la semana pasada el futbolista nacional Arturo Vidal durante el desarrollo de la Copa América 2015 generó una serie de discusiones. Y un punto importante que no fue profundizado es el hecho de que se trata de un deportista de alto rendimiento.
Por ello, lo primero que se debe tener claro es qué hace que un deportista sea considerado de alto rendimiento. De acuerdo a Nelson Carreño, deben tener talento deportivo; dedicación diaria a la práctica deportiva, siendo su principal actividad (en el caso de un deportista profesional, la única); representar a su país como seleccionado en competencias internacionales; y obtener resultados deportivos a nivel nacional y/o internacional.
“Existen los deportistas de alto rendimiento profesionales que reciben una remuneración por su actividad deportiva como Alexis Sánchez. Y deportistas de alto rendimiento amateur, que no persiguen una remuneración, como Tomás González”, aclara el académico.
En general la formación de un deportista de alto rendimiento comienza en edades tempranas, antes de los 10 años. Existen excepciones como en China, donde los gimnastas empiezan su preparación en centros especializados de detección de talentos a los 4 años.
En cuanto a su instrucción, Nelson Carreño afirma que “deben tener un programa de entrenamiento en lo físico, técnico, táctico, psicológico y nutricional de carácter personal. En el ámbito físico deben tender a maximizar sus cualidades, generalmente con una carga de 2 a 3 horas diarias”.
Debido a la exigencia del entrenamiento y la competencia, es fundamental el apoyo de un Psicólogo Deportivo, para que ayude al deportista a controlar, entre otras cosas, el estrés, ansiedad, miedo y fracaso.
Para el docente, “el deportista de alto rendimiento tiene como meta la obtención de logros deportivos del más alto nivel, generalmente siguiendo el ciclo nacional, sudamericano, panamericano, mundial, olímpico. Poseen un talento innato en la actividad deportiva y con muchas horas de entrenamiento diario”.
“En tanto, el resto de los deportistas (formativos y recreativos) ven en el deporte un momento de ocio activo, donde el resultado es uno de sus tantos objetivos. La práctica deportiva es una actividad secundaria en la vida y la dedicación puede ser diaria o esporádica y sin un equipo multidisciplinario de apoyo”, agrega Carreño.
Un aspecto importante para estos deportistas es el estilo de vida que deben llevar, ya que cualquier evento fuera de la planificación deportiva puede alterar sus resultados. El académico de la Universidad San Sebastián comenta que “los eventos sociales disminuyen sus horas de sueño e impiden la reparación muscular. El consumo de sustancias químicas como el alcohol o el cigarrillo acortan su carrera deportiva y el desarrollo motriz óptimo. Una alimentación nociva impide tener el peso corporal deseado por lo que el rendimiento físico y técnico se verá irremediablemente mermado”.
Entre las grandes retribuciones de ser un deportista de alto rendimientos es tener el honor de representar al país en torneos internacionales, viajar y conocer distintos países y ser reconocido como un miembro positivo para la sociedad.
buena profe
ResponderEliminarBuen trabajo
ResponderEliminarExcelente contenido
ResponderEliminarBuena información
ResponderEliminarExcelente trabajo
ResponderEliminarMuy bonito trabajo compañero
ResponderEliminarperfecto
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